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Los movimientos sociales en América Latina

Written by Debate Plural
Daniela Pujols (Listin, 19-2-17)

 

El sociólogo francés Yvon Le Bot, vino invitado al país. Fue uno de los expositores del recientemente celebrado coloquio “Crisis y desafíos de la democracia representativa: miradas cruzadas Europa-América Latina”, organizado por Funglode, en conjunto con la Cátedra “Destinos Mundiales de América Latina” del Colegio de Estudios Mundiales de la Foundation Maison des Sciences de l’Homme de París y la Cátedra UNESCO/IGLOBAL en “Ciencias sociales, políticas públicas y gobernabilidad democrática”.

El doctor Le Bot se ha especializado en los movimientos culturales y sociales, la violencia, la identidad y la democracia, en particular de América Latina.

Su libro “La gran revuelta indígena”, es el resultado de varias décadas de estudio en torno a los movimientos sociales generados por la población indígena latinoamericana. Para el sociólogo, sus luchas constituyen los principales movimientos sociales de la región, desde hace medio siglo.

También ha investigado el desarrollo de esos movimientos desde los Andes hasta México, y del Amazonas a California, de las que luego surgió el libro “El sueño zapatista”, en colaboración con Subcomandante Marcos.

En un encuentro con Listín Diario, el miembro del Centro de Análisis y de intervención Sociológico  de Francia (CADIS, EHESS), dejó sentir sus consideraciones sobre los cambios oportunos de los movimientos sociales en Latinoamérica, así como de los desafíos que enfrentan las ideas sociales, políticas, económicas y culturales en el mundo.

La gran revuelta indígena
Desde los años 70, de acuerdo a sus estudios, en toda la población indígena de América Latina se empezaron a gestar agrupaciones que buscaban una mayor integración en sus respectivas sociedades, tanto en países donde son mayoría (México, Guatemala, Ecuador, Bolivia, Perú) como en aquellos con una minoría relevante (Colombia, Venezuela, Brasil, Nicaragua, Panamá, Chile, Argentina).

Yvon Le Bot explica: “Descubrí que eran portadores de un cambio social y cultural muy importante en esos países de la región americana. Desde México hasta Chile, surgieron en los años 70 y 80 movimientos de ese tipo. Me focalicé  en la cuestión étnica de la población indígena.”

En ese sentido, el experto considera que estos fueron la corriente social de la época en América Latina, ¿porqué? “Por los grandes reflujos de los movimientos campesinos en el pasado.”

Por tanto, el sociólogo atribuye que “las movilizaciones indígenas articulan movimientos sociales como este, con temas culturales e identitarios, que tienen que ver con el nuevo tipo de democracia que se construye con la diversidad cultural.”

Como resultado, refiere varios hechos sociales: el ascenso de Evo Morales al poder, y el movimiento zapatista en México.

Entonces, ¿qué buscaban reivindicar esos movimientos sociales de la población indígena? Le Bot responde que por causa de sus luchas han logrado tener un espacio en los temas de integración nacional, así como incorporar la diversidad cultural en la democracia y en la agenda local e internacional. “Por eso tuvieron tanto eco, porque proponen cuestionamientos mundiales sobre cómo articular el principio de igualdad con el principio de diversidad cultural, algo que está presente en la migraciones de los latinos, en las protestas feministas, entre otras”, sostiene.

Cambios
Cuando se trata de hacer un balance, los resultados son más o menos positivos. Así lo considera el experto. No obstante, afirma que ha habido cambios, sobre todo, en la mentalidad tanto dentro de las poblaciones como de la sociedad nacional y en la manera en que se ven los indígenas en México o en otro país como Colombia, este último, donde los indígenas son pocos pero tienen un lugar importante, y donde el movimiento ha tenido más resultados que en otros países en los aspectos social, económico, cultural, político y territorial.

“La imagen del indígena ha cambiado. Es decir, el viejo racismo casi feudal, el que estaba ligado con la tenencia de la tierra se ha desintegrado. Y esto en parte con los golpes que le ha dado este movimiento”, apunta.

Los indígenas no estaban totalmente excluidos pero no tenían el lugar ni el reconocimiento adecuado: “Se les ha reconocido sus derechos”, dice.

En el caso de Bolivia, la proyección que ha tenido Evo Morales se debe a ese factor cultural. “A esos sectores de la población que no tenía derecho a la palabra, que eran despreciados en su mismo país por considerarlos “inferiores” en naciones donde son mayoritarios. Por lo menos los han reconocido como iguales a los otros.”

Sin embargo, en Guatemala, la violencia no ha podido dar cabida a esos movimientos sociales. Le Bot señala que el racismo anti-indígena es más fuerte en ese país. “Allí se efectuó una guerra casi genocida con la finalidad de aplastar a los nativos y que se queden en el mismo lugar”.

Tendencia derechista 
en el mundo
Sobre la inclinación hacia la derecha en el mundo, Yvon le Bot lo define como “preocupante”. Entiende que muchas movilizaciones van en el sentido del rechazo, la xenofobia y del encierro. Aunque, aclara, también existen movilizaciones en contra de esa tendencia.

“La democracia no son solo los actores políticos sino también los actores sociales. El problema es que difícilmente desemboque en la clase política. No encuentran una respuesta en esta clase, algunas veces si, como con el caso de España y el movimiento de los indignados, del que posteriormente emergió Podemos. Pero en realidad lo que se ve es la lógica del encierro, de las ideas sobre sí, siendo una respuesta en contra de los movimientos referidos”, manifiesta el académico.

Por tal razón, ¿es posible que las ideologías agoten un ciclo? Él respondió: “En realidad no se pueden predecir los ciclos porque los mismos dependen de los actores y esos actores dependen de tomas de decisiones individuales y colectivas. Claro que con factores, estructuras y condiciones, pero sin actores no se dan esos movimientos.”

Le Bot cree más en los actores que en los ciclos: “Los movimientos que existen parecen muy fragmentados; no tienen una propuesta capaz de oponerse a todos esos poderes autoritarios y antidemocráticos, aunque vengan legalmente elegidos”, declara el competente en sociología.

Desafíos
“Hoy en día se están buscando otras formas de democracia que articulen las formas representativas en participativas. Es articular e incluir a los sectores de la población que ya no se sienten representados. Ese es el desafío presente.”


SUS SATISFACCIONES

Para el francés Yvon Le Bot, la sociología es una aventura que vale la pena vivir. Se dedicó a una sociología de los actores sociales y se expresa satisfecho de haberlo hecho: “Estoy feliz de haber trabajado mis investigaciones en América Latina porque es un continente de mucha riqueza sociocultural. Allí hay más posibilidades y es menos desesperante”, destaca.

Sobre su trabajo, considera que personas que tratan de luchar para un mundo más justo, da sentido a la vida. Él anhela que siempre exista ese tipo de lucha porque es lo que tiene significado en la vida común, y que de lo contrario, se convertiría en pura violencia y barbarie.

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