La Unión Europea podría suspender el apoyo financiero y político a Kiev debido al incumplimiento de las reformas y a la alta tasa de corrupción en el Gobierno actual del país, según un informe oficial del Centro de Estudios Políticos Europeos (CEPS, por sus siglas en inglés).
«Tres años después de la revolución del Maidán, las autoridades ucranianas han incumplido todas sus promesas sobre la lucha contra la corrupción en el sistema judicial, la eliminación de la financiación de los partidos políticos, así como la descentralización de las funciones públicas», declaró el autor del informe, Hrant Kostanyan.
De acuerdo con el documento, las reformas de Kiev «solo se realizan sobre el papel», lo que provoca el descontento en los ciudadanos, así como «el hastío» entre los socios extranjeros de Ucrania.
Según el informe, el único paso exitoso —pero poco significativo— ha sido la creación del sistema electrónico de adquisiciones públicas. Sin embargo, «estas pequeñas victorias no conducen a cambios sistémicos y complejos, tan necesarios para el país». El hecho es que las élites, integradas por los oligarcas ucranianos y sus aliados políticos, siempre han obstaculizado la realización de las reformas más importantes, puesto que «la defensa de los intereses de los negocios tiene prioridad sobre el fortalecimiento del Estado ucraniano y sus ciudadanos».
Además, la Oficina Nacional Anticorrupción, cuya formación «se vio empañada por retrasos y manipulaciones por parte de las autoridades», se dedica a la lucha contra la Procuraduría General, caracterizada por su «sistema de coerción soviético», en vez de poner el foco en sus objetivos inmediatos.
«La lección para la UE es sencilla. El progreso sobre el papel no debe ser recompensado. El hecho de que el nuevo Gobierno de Kiev se haga llamar proeuropeo no es suficiente para luchar de manera más eficaz contra la corrupción», sostiene el informe.
El autor del documento subrayó que «la UE tiene que hacer todo lo posible para impedir» que se repita algo parecido a la crisis de Moldavia. A pesar de que Moldavia fue financiada por la Unión, no logró solucionar el problema de la corrupción, dañando de este modo no solo su credibilidad, sino también la de la propia organización europea.
De acuerdo con el informe, la UE solo debe prestar apoyo a los países que no se van a comportar como «un lobo con piel de oveja», tal y como lo hace Kiev. No obstante, es importante seguir secundando a la sociedad civil ucraniana, así como mejorar las comunicaciones estratégicas.
«La Unión Europea debe mantenerse firme y presionar para que la élite ucraniana se dedique finalmente a la lucha contra la corrupción y deje de socavar los cimientos del país. Y si Kiev no reacciona adecuadamente, la UE tendrá que suspender su apoyo a Ucrania en una etapa más temprana que en Moldavia», concluyó el autor del informe.
