Henry Kissinger está trabajando con Donald Trump en la reanudación del diálogo con el Kremlin y Vladímir Putin, señala Paolo Mastrolilli, autor del artículo para el diario La Stampa. Su deseo sería prevenir una nueva tensión entre las dos potencias.
Sin embargo, los altos responsables de la Casa Blanca siguen escépticos y quieren averiguar las verdaderas intenciones de Moscú.
El periodista recuerda que durante la campaña electoral, el presidente estadounidense Donald Trump mencionó en repetidas ocasiones su intención de acercarse a Rusia para evitar una nueva Guerra Fría, inútil para todos.
Sin embargo, después de ganar las elecciones y tras el informe de la inteligencia de Estados Unidos sobre los supuestos intentos de Rusia de influir en los resultados de las elecciones, Trump se volvió más reservado, considera el autor. No rechazó el deseo de mejorar las relaciones con Moscú, pero ahora tampoco garantiza el éxito de este evento.
Para llegar a un acuerdo con Rusia y Vladímir Putin, con Trump trabaja el ex secretario de Estado de EEUU Henry Kissinger.
«Después de organizar un acercamiento con China durante el Gobierno de Nixon, Kissinger estaría feliz de pasar a la historia como la persona que evitó una nueva Guerra Fría», opina Mastrolilli.
El autor señala que a Kissinger y Trump les unen también relaciones personales, dado que se reunían a menudo anteriormente.
De acuerdo con el ex secretario de Estado, Washington debería reconocer la soberanía rusa en Crimea a cambio de un acuerdo global diseñado para reforzar la estabilidad mundial. Además, según el ex alto cargo estadounidense, Rusia y EEUU podrían cooperar en Siria con base en un compromiso sobre las esferas de influencia en el país, así como contribuir a un arreglo duradero en Libia.
Según Mastrolilli, el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, parece compartir la visión de Kissinger, y por lo tanto podría coincidir con su antecesor.
«De todas maneras, Trump y Kissinger quieren primero echar un vistazo a las cartas en las manos de Putin», subraya el periodista.
