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Las luchas y sacrificios del pueblo dominicano para liberarse de la dictadura (1930-1961)

Written by Debate Plural

Jesús de la Rosa (Hoy, 11-12-10)

 

Esta obra, que ponemos en circulación,  viene a sumarse a los cientos de libros que aquí  se han escrito alrededor de la figura de Rafael Leónidas Trujillo Molina.

Se trata Es una acabada y juiciosa radiografía de la más de una treintena de años  de lucha librada por el pueblo dominicano contra la satrapía trujillista. Su autor describe una buena parte de lo sucedido en toda una era dominada por la corrupción, la degradación moral y por la sangrienta represión a los derechos y  las libertades fundamentales.

Sirviéndose de obras escritas sobre Trujillo de autores muy conocidos y  de una gran cantidad de fuentes, entre las que se incluyen documentos inaccesibles hasta hace poco, ¨Lucha Contra Trujillo 1930-1961 ¨ rescata del olvido a cientos de personas que fueron asesinadas o sometidas a crueles tormentos por oponerse a los designios de un tirano sin escrúpulos.

En su libro, Juan José Ayuso nos ofrece un recuento pormenorizado de la lucha del pueblo dominicano para librarse de Trujillo que va desde los primeros intentos para derrocar al tirano de parte de Desiderio Arias, Cipriano Bencosme y de otros generales de la manigua, pasando por el complot de Santiago de 1934 perpetrado por un grupo de jóvenes con el propósito de darle muerte al tirano;  las huelgas y luchas cívicas de los años 40 a favor de la instalación un gobierno de derecho; la frustrada invasión de Cayo Confite de 1947; el desembarco de Luperón de 1949; las expediciones  de Constanza, Maimón y Estero Hondo de junio de 1959; la conspiración de 1960 de los agrupados en el Movimiento 14 de Junio, hasta concluir con las acciones de los del 30 de mayo que culminaron con el ajusticiamiento del tirano en 1961.

La tiranía de Trujillo fue la más duradera de los regímenes que gobernaron la República Dominicana desde su fundación a mediados del siglo XIX hasta la fecha. De ahí la necesidad de ir más allá de los debates sobre sus orígenes y naturaleza para considerar en toda su complejidad las realidades de una larga era de represión, de resistencia, de miseria,  de degradación moral, y de servilismo político.

El  2 de marzo de 1930, el general Horacio Vásquez se vio obligado a renunciar a la presidencia de la República y en esa misma fecha Rafael Estrella Ureña se juramentó como Presidente provisional, tras haber participado en un movimiento revolucionario iniciado en la ciudad de Santiago de los Caballeros la noche del 22 de febrero de ese mismo año en el que Trujillo en persona jugó un papel destacado.

Si nos atenemos a esos hechos, habríamos de convenir en que la llamada Era de Trujillo comenzó meses antes de que el sátrapa se juramentara por primera vez como Presidente de la República el 16 de agosto de 1930; y terminó alrededor de la 10 de la noche del 30 de mayo de 1961, en un solitario y oscuro tramo de la carretera Santo Domingo San Cristóbal, cuando un grupo de valientes conspiradores le ajustaron las cuentas al tirano  matándole a balazos.

Trujillo tomaba especial cuidado en cubrir el rostro de su tiranía con un velo constitucional. Las constituciones que auspició siempre adoptaron unas estructuras y unas formas de democracia representativa. En tiempos de Trujillo aquí se celebraban elecciones periódicas, el gobierno estaba dividido en los tres poderes clásicos. Se proclamaba una minuciosa Declaración de Derechos Humanos. A pesar de ello, Trujillo no fue más que un tirano, que pervirtió las  instituciones democráticas hasta convertirlas en meros instrumentos de su voluntad.

¿Cómo un hombre de escasa formación intelectual  como Rafael Leónidas Trujillo Molina que sólo entendía de caballos, puercos, chivos y sobre todo de vacas ajenas, pudo ascender al poder y manejar a su antojo durante más de 30 años un país tan levantisco como éste?  ¿Cómo Trujillo pudo atraer a su lado gentes tan respetables y distinguidas como los hermanos Pedro y Max Henríquez Ureña, Julio Ortega Freir, Manuel Arturo Peña Batlle, entre otros?

Consideramos exagerado el número de asesinatos que a Trujillo le atribuyen  sus enemigos. ¿Más de 20 mil haitianos asesinados en 1937? ¿En qué lugar fueron enterrados? ¿Miles de desaparecidos durante la Era?  No creemos que fueran tantos.

El calificativo de tirano le viene a Trujillo más por su forma y estilo de gobernar que por el número grande o pequeño de personas asesinadas o desaparecidas  durante su régimen.

El peor de los daños que Trujillo pudo inferirle a este país fue el moral, la cuasi destrucción de su espíritu de lucha y de su disposición al sacrificio. En tiempos de Trujillo, extranjeros que visitaban la República Dominicana murmuraban que el pueblo dominicano era un pueblo triste hasta en sus fiestas.

Para muchos, incluyendo gentes jóvenes de poder económico, el trujillismo aún no ha agotado todo su potencial. Lamentablemente alguna razón les asiste. Todavía, en algunos lugares del país ¨ la guardia lee como quiera¨

¨ Lucha Contra Trujillo 1930-1961 ¨ habrá de convertirse en el libro de referencia indispensable para todo aquel que desee conocer la lucha librada por un pueblo desarmado contra un régimen como el de Trujillo que disponía de uno de los ejércitos mejores equipados del área.  Y para nosotros los que vivimos esos tiempos,   los que tememos  que el clima de libertades que disfrutamos hoy llegue a mutarse en un ayer horroroso y sombrío.

*Resumen del discurso de presentación de la obra de Juan José Ayuso “Lucha contra Trujillo 1930-1961”.

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