El 5 de octubre, Putin asistió a la primera reunión de la Duma Estatal de Rusia después de los comicios de septiembre. Al principio de su discurso, el mandatario recordó las palabras de Piotr Stolypin, quien fue primer ministro y titular de Interior del Imperio Ruso durante el reino del zar Nicolás II.
Putin citó al destacado político diciendo que la población tiene que «consolidar los esfuerzos, obligaciones y derechos para sustentar el derecho histórico de Rusia a ser fuerte».
«Cualquier país tiene derecho a ser fuerte… El poder de Rusia se encuentra dentro de nosotros mismos, dentro de nuestro pueblo, nuestras tradiciones y cultura, nuestra economía y nuestro territorio vasto y rico en recursos naturales y, por supuesto, en nuestra capacidad de defensa. Pero lo más importante, nuestra fuerza reside en la unidad de nuestro pueblo», subrayó Putin.
Según agregó, la unidad es el requisito esencial para la preservación del Estado y la independencia de Rusia. Dicha unión propicia, además, la existencia del país como «un hogar único para todos los pueblos que lo habitan».
No obstante, Putin destacó que para los rusos el concepto de fortaleza no conlleva imposiciones.
«Nunca hemos impuesto nada a nadie. Y no lo haremos en el futuro», concluyó.
