Educacion

Chernishevski: los años de formación ideológica y política

Written by Debate Plural

Luis O. Brea Franco (Hoy, 1-11-08)

Chernishevski da un paso fundamental en su desarrollo político al descubrir la filosofía Hegel en los años de su formación universitaria, y resulta importantísimo para su desarrollo personal e intelectual, que se reconcentrase en el estudio de la dialéctica, que viene a comprender como el instrumento adecuado para realizar los cambios profundos necesarios en la estructura del estado y de la realidad.

Sin embargo, en ese período, Chernishevski conserva aún, “la fe en el núcleo dogmático de la ortodoxia, en el dios personal, en la posibilidad y la realidad de la revelación”. Será más adelante, cuando abdicará de la religión bajo la influencia del pensamiento del filósofo hegeliano de izquierda, Ludwig Feuerbach. Entonces, crea una especie de destilado de esa fe y de su formación temprana como cristiano, que mantendrá, sublimado y transformado, como el núcleo de una moralidad personal que lo llevará a atormentarse sobre cuáles debían ser las correctas relaciones de comportamiento en cada situación vital y le guía para descubrir las formas concretas de conducir una coherente vida ética, que le permita justificar la propia existencia que decide dedicar a la defensa y la realización de su ideal.

Paralelamente al despliegue de estos problemas, su evolución política se verá marcada por una fecha específica: febrero de 1848. Esta data marca el momento en que estalla en París la revolución que vendría a ser considerada históricamente, como la primera sublevación motivada por problemas sociales.

En el verano de ese mismo año, condensa lo que es, entonces, su convicción política. Admira a Occidente, pero constata “que los rusos no contamos nada frente a ellos. Ellos son hombres, nosotros somos niños. Entre nosotros no ha habido lucha de clases, o mejor sería decir, ésta apenas acaba de comenzar…”.

Su inicial convencimiento sobre el limitado y negativo papel desempeñado por Rusia en la historia, le llevará, más adelante, a transformar su desesperación ante la realidad histórica de su patria, en fermento de acción, en voluntad de cambio integral de todas las relaciones políticas y sociales de su país. Desde entonces, nace en él la necesidad de traducir en realidades palpables este tipo de convicciones. Se plantea, ahora, cuestiones concretas: “¿Qué puede significar en Rusia la revolución y el socialismo?”.

Un compañero de estudios, un fourierista llamado Janykov, le abre los ojos sobre la explosiva situación social que vive Rusia, y comprende “la gran cantidad de elementos de desorden existentes, como por ejemplo, los raskol´niki –los cismáticos grupos de los “viejos creyentes” que se negaban a aceptar el nuevo orden de cosas que trajo la reforma de Pedro el Grande y los procesos de modernización que llegaban de Occidente-, la organización natural en obshiny –las legendarias comunas campesinas-, el descontento de la mayoría de funcionarios estatales…”. Reconoce, Chernishevski, que lo que antes parecía ser un fundamento firme, empieza ahora a percibirlo como un terreno pantanoso, líquido e inestable como el mar.

Cuando se entera de la detención del grupo de “los petrashevtvy”, del cual formaba parte Dostoievski, el 25 de abril de 1849, junto al dolor y al rechazo por esta nueva derrota de un grupo radical, nace en él la certidumbre de lo que será su vida. Comprende y asume, que el camino de quien intenta colocarse como defensor del pueblo por la justicia social, lo conduce a terminar sus días prisionero en Siberia. Este convencimiento es tan firme en Chernishevski, que antes de casarse advierte a su novia sobre su destino: “El descontento del pueblo con el gobierno contra los impuestos, los funcionarios, los nobles, es cada vez más fuerte. Se necesita sólo una chispa para que todo esto se prenda en fuego. Ya está creciendo el número de la gente culta enemiga de este orden de cosas. Está preparada, pues, la chispa que originará este incendio. Lo único incierto es el momento en que se producirá. Y si se produce el incendio, pese a mi carácter temeroso, no podré dejar de tomar parte en él.”

Entre el 1848 y el 1850, su evolución política cristaliza en una experiencia crítica, indirecta, lejana, que nace del análisis de los caminos y las traiciones a que se somete la revolución en Europa occidental. Derivado de esos acontecimientos, en 1849, por un momento, se inclina por instaurar una dictadura como única instancia capaz de crear las condiciones para crear igualdad social, y se plantea la posibilidad de actuar, desde la situación rusa, adoptando la monarquía absoluta, que podría ser útil para acabar con los desmanes de la aristocracia.

Sin embargo, la experiencia de la represión realizada en Europa por la reacción, y en particular, las medidas represivas establecidas en Rusia por Nicolás I, refuerzan en él, para toda la vida, la persuación contraria.

En 1850, elabora su “credo” político: “Lo importante es que el poder vaya no “de jure”, sino “de facto”, a las manos de las clases bajas y más numerosas… El absolutismo no es sino el culmen de la jerarquía aristocrática, y pertenece a ella en cuerpo y alma… Bienvenida sea la opresión de una clase por otra, mediante ésta se producirá la lucha, entonces los oprimidos sabrán quién los oprime en el actual orden de cosas y sabrán también, que puede existir otro orden de cosas en el que no serán oprimidos, comprenderán que quien los oprime no es Dios, sino los hombres…, mejor una anarquía que nace desde abajo, que una que viene desde arriba.” Al momento de concluir la universidad ha llegado a saber que “quien no esté cegado por la idealización, quien sepa juzgar el futuro por el pasado… a pesar de todo el mal que las revoluciones traen en sus comienzos, no debe espantarse. Debe saber que no se puede esperar otra cosa de los hombres, y que un desarrollo pacífico y tranquillo, es imposible…”.

Es así como se  describe la evolución política y social de Chernishevski, quien después de estudiar a Hegel y adoptar su método dialéctico, renuncia a la profunda formación y a la arraigada fe cristiana heredada de sus padres. A través del análisis histórico y político aplicado a la situación rusa en confronto con Occidente llega a la convicción que la única vía abierta a los cambios sociales es la rebelión de los campesinos con miras a crear un gobierno de clase que defienda sus intereses de clase oprimida.

En síntesis

El único camino

Por medio del análisis histórico y político, Chernishevski llegó a la convicción de que ante la situación de confrontación de Rusia con Occidente, la única vía abierta a los cambios sociales era la rebelión de los campesinos decididos a crear un gobierno clasista que defendiera sus intereses contra los ricos opresores.

No puede esperarse de los hombres que hacen la revolución que no provoquen males en los comienzos. El desarrollo pacífico y tranquilo es imposible

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