Cultura Nacionales

El Ministerio de la Cultura Dominicana

«La ignorancia mata a los pueblos y es preciso matar la ignorancia». José Martí

¿Que nos define realmente, además de ser seres humanos? ¿Ser miembros de un partido político, una religión, raza, región, condición social, sexo, ocupación?

De ninguna manera. Primero somos dominicanos y luego ciudadanos de cualquier categoría social. La estrategia del odio excluyente no funciona. El temor a la crítica y el refugio en el silencio tampoco. Mata a los interlocutores y consume el diálogo que es la vía ideal para un entendimiento civilizado. Hay que guardar  banderas y  consignas en los destacamentos de los partidos políticos que cuando han pasado las elecciones se convierten en nichos de absoluta soledad, catacumbas olvidadas, ignorando que existe una comunidad que vive en el desamparo que los necesita del concurso ciudadano  y sus instituciones de servicio.

El ministerio de cultura  en USA, la representación del Ministerio de la República Dominicana, no es ni debe ser el de la incultura ciudadana. Ni el servicio ni el reconocimiento debe tener bandera. El pueblo dominicano lo financia para el servicio ciudadano. No es el lugar para dividir un país a discreción, a través de prácticas prebendarias y humillarnos para desaparecernos, silenciarnos; embrutecernos y dividirnos. Las instituciones públicas no son ni pueden ser la meca de un tipo especial de dominicano.

Si reclamamos adecentamiento es porque no somos indiferentes a la realidad del país. Como dominicanos felizmente condenados al exilio de hoy, amamos nuestro país con más determinación que cuando éramos reos de nuestro suelo y estamos dispuestos a morir por su causa y a sacrificarnos por su desarrollo. Cada día que pasa estamos más convencidos de eso.

No hay un Ministerio de Cultura para cada funcionario. La patria no es ni puede ser una isla infinita metida en una burbuja o en un paquete bomba de otras islas más pequeñas y deshumanizadas, donde germinan dictadores sucesivos y arrogantes. Hay un solo país aunque  el nuestro ya no está en el mismo trayecto del sol, como decía Pedro Mir. Nos corresponde por igual a todos, sin diferencias de clase, raza, credo político o religioso. Vale la pena empujarlo hacia otra noción de transparencia y bienestar real que combata la frustración generalizada.

¿Cuál es la posición del Ministerio de Cultura respecto a la participación de escritores dominicanos que viven fuera de la República Dominicana para aquellos que no son miembros del Partido? Me han regalado el honor de ser El coronel no tiene quien le escriba. Mi cinismo aplaude tanta miseria pagada por la impotencia delestado. Por mi exclusión y la de otros, compruebo que piensan los que han sido excluidos de la agenda cultural de la venidera Feria del libro y presumo de las sucesivas  donde somos tratados como minorías extranjeras despreciables, soñadores sin amparo o extranjeros que por ser opositores aparecemos en listas negras como si fuéramos leprosos de la cultura actual.

Nosotros no representamos grupos dogmáticos ni somos enemigos de nuestros hermanos. No, de ninguna manera. Son ilusos de cultura medieval quienes así piensan. Sólo la mediocridad y la pobreza moral pueden dividir comunidades creando clientes de la vanidad y desvistiendo un santo para poner otros en un altar que no debe tener bandera. Trabajamos para compartir otra visión humanística de la cultura.

¿Somos acaso una peste democrática peligrosa porque no somos manejables?

¿El plan de destrucción de lo que es la República Dominicana se resuelve desapareciendo a quienes hacemos cultura sin fondo, arte sin ser parte y literatura no cortesana? ¿Dónde está el decoro, el respeto a los recursos de un pueblo? ¿En el silencio de los partidarios o en la muerte de todo acto de disidencia y decencia?

No. Reside en cuidar y distribuir con celo los recursos con los cuales debemos liberar el país de un ejército de analfabetos funcionales y potenciales inocentes, excluyendo una parte considerable de la inteligencia. Si es así, consideramos tal acción una estafa al país y una infamia, en contubernio con personas que venden su conciencia por centavos y sufren la metamorfosis de degenerar como invertebrados de un velorio donde todos somos dolientes. Son personas que se auto desprecian. No creen en una unidad ética para levantar a los caídos de la incertidumbrecontemporánea.

Aquí está el tema central de esta preocupación:

En dos o tres ocasiones del mes de agosto visité el Club de profesores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, ubicado en el malecón de Santo Domingo, donde coincidí con el Lic. Carlos Sánchez, actual Comisionado de Cultura en USA, a quien le pregunté por la lista de los escritores del exterior que serán homenajeados en la Feria Internacional del libro y la lectura que se desarrollará del 17 al 25 de septiembre del presente año. En el mismo se premiará al Nobel de literatura, el escritor, ex candidato a la presidencia del Perú, Dr. Mario Vargas Llosa y en especial a los dominicanos del exterior, sin preguntarnos si deseamos ese homenaje y si un país con tanta miseria merece dilapidar tantos recursos en ofrendas insultantes, cuando hay escuelas que imparten clases al aire libre y una población que trabaja en hacinamientos de tragedia y ficción,en zonas inalcanzables para la democracia en muchos puntos del país.

El Señor Comisionado de Nueva York, Lic. Carlos Sánchez me adelantó que esa lista, que para mí era Secreta, aunque hace varios días que se hizo pública, la elaboró el Lic. Pedro Antonio Valdez, Director General de la Feria Internacional del Libro. Como tengo mis dudas, yo me pregunto por qué el responsable de esa selección es el Lic. Pedro Antonio Valdez, si éltrabaja en la sede principal? Quisiera que el Sr. Director de la Feria, Lic. Pedro Antonio Valdez, el Sr. Ministro de Cultura, Dr. Pedro Vergés, le explicará eso a la comunidad internacional, si la Cultura se maneja desde una Dictadura discreta, instalada en un rincón de la calle 145, sin consultar a nadie o en otra más misteriosa?¿Es que ni al Presidente de la República, Lic. Danilo Medina ni al Sr. Ministro de Cultura ni a Pedro Antonio Valdez ni a Carlos Sánchez le interesa compartir la cultura de manera democrática con quienes no somos militantes del Partido?

¿Es que ya se entronizó en cultura una facción fundamentalista? ¿Somos talibanes de la cultura?¿Qué derecho tiene un funcionario  para elegir de manera selectiva a los dominicanos que deben participar de la cultura y ser reconocidos bajo una coyuntura política pos electoral sin interpretar que tenemos los mismos derechos según un papel al que todavíase le llama constitución?

¿Qué valores inconsultos, sin consenso, se desean promover? ¿Hay una agenda personalizada? ¿Quién reconoce a quién? ¿Es el pueblo que por consenso escucha y aprecia a sus hijos?¿Se hicieron públicos los criterios?¿Se publicaron las biografías de los invitados? ¿Si el PLD perdió en Nueva York por que se nos irrespeta? ¿No somos parte de la misma nación?

En lugar de dialogar de igual a igual, a los que pensamos con cabeza propia nos castigan, bajo la indiferencia de muchos favorecidos, divididos por el triste y penoso programa de reclutamiento ciudadano que se gesta en el exterior del interior donde las cosas deberían ser diferentes. En lugar de leer juntos y crear una atmósfera democrática de amor al país y aprovechar el hambre de dar que tenemos de llenar las escuelas, las universidades, los institutos de lecturas y diálogos con modelos de superación,  en lugar de felicitarnos por ser oposición para mejorar gestiones y fortalecer la democracia cultural, cada quien aportando su visión o mostrando su talento para luchar juntos por el desarrollo de un pueblo inteligente que le ponga freno a los antivalores, a la corrupción, a la violencia y a la impunidad, a la falta de recursos, nos tratan como exiliados de dos islas enemigasy nos asesinan culturalmente frente al mundo.

La educación de nuestro país nos compete. Es impolíticodividir. Nos debilita. No, nos compromete por igual. No somos indigentes. No venimos al país por la vanidad de auto engañarnos, durmiendo en un hotel de una estrella o siendo excluidos de los conversatorios con las delegaciones extranjeras y la dirección de cultura y la lectura más plural del mundo donde lo extranjero siempre va primero, convirtiéndonos en una masa anónima de un proyecto que no es el de Un País Plural.

¿Quién se beneficia de nuestra desaparición? ¿Es acaso una orden presidencial o  el de un misterioso comité político impolítico? Cuidado. Nosotros no tenemos miedo a defender nuestra identidad defendiendo nuestros derechos. No nos asustan los cobardes ni los mercenarios que dilapidan los recursos del país fuera de aquí. Nos entendemos mejor con aquellos que le sirven al país, no para servir al Partido. Es el pueblo el que cuenta.

Venimos al país para hacer cultura, a aumentar el aval cultural, a sembrar conciencia y conocimiento. ¿La ley de cultura faculta la segregación por motivos políticos? ¿Hay una dictadura en el Ministerio de cultura o somos un mal ejemplo para nuestros conciudadanos? Al excluirnos se pone en entredicho nuestra nacionalidad y nuestra condición de creadores. Se nos convierte en parias.  Las condiciones de vida nos alejaron del país pero con nuestro propio esfuerzo seguimos creciendo para darle al país y al mundo una señal del decoro que hace falta. Nuestro país no se va a superar desde un movimiento partidista acrítico. Nosotros somos parte de la sociedad civil. No somos una masa silente. Venimos al país con ansias de dar algo de lo que nos ganamos con nuestro sacrificio. Nosotros amamos nuestro país más que a nosotros mismos.

Nuestra condición de educadores y profesionales nos involucra en apoyar a nuestro pueblo con el mismo objetivo de ustedes: Superar la ignorancia, reencontrarnos con el país que todos amamos. Somos un estado democráticoque cuestiona la crítica. Pagamos impuestos, enviamos remesas, invertimos en el país y hacemos cultura a cambio de nada y lo que es incuestionable: Somos escritores, narradores, intelectuales, artistas  con noción de una independencia que urge prospere en el país.

No creemos que en una democracia participativa, la condición nacional o la doble nacionalidaddeban ser puestas en entredicho. El Ministerio de Cultura es una institución de servicios culturales. No puede ni debe ser una corporación personal excluyente y aberrante que nos usa cuando es conveniente.

Considero que sedebería abrir una investigación o se suspenda este homenaje que esta fuera del contexto de la realidad económica actual y que se exprese una disculpa pública a una comunidad que siempre está presente. Cualquier indiferencia, es una vergüenza, aunque sea ante nuestra mesita de noche.

¿Cuál es el origen del odio? Se une una nación contra la ignorancia creando más fronteras?¿Fomentando más dreamersa lo USA, ilegalidad?

Quienes politizan el servicio públicoy corrompen la labor en favor de lo más necesitados deben ser sancionados o separados de sus cargos por traicionar las funciones para las cuales han sido designados con poderes vitalicios. Hay una dictadura horizontal que crea exiliados. No somos los amantes de un flagelo que nos prostituye con golosinas y reconocimientos selectivos que no vamos a legitimar. La cultura es un columpio de donde nunca  bajan los acólitos.

About the author

Tomás Modesto Galán

Escritor dominicano que reside en Nueva York desde 1986. Fue profesor en la UASD antes del 86. Enseña en York College (recinto de Cuny, desde mediados de los 90). Gano el premio de poesía Letras de Ultramar 2014 con su obra poética: Amor en bicicleta y otros poemas.También obtuvo el premio Poeta del año 2015, otorgado por el América 's Poetry Festival de Nueva York. Es el autor de la novela Los Cuentos de Mount Hope, publicada en el 1995. Presidente de la Asociación de Escritores Dominicanos en Los Estados Unidos, (ASEDEU)

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