Dos funcionarios estadounidenses debieron partir de Moscú por cometer «acciones incompatibles con el estatus de representante oficial de un país».
«Ambos fueron declarados ‘personas non gratas'», destacó el vicecanciller ruso, Serguéi Riabkov.
Los estadounidenses sostienen que un agente de seguridad ruso que hacía guardia frente a la Embajada de EEUU en Moscú agredió y golpeó en la madrugada del 6 de junio a un diplomático estadounidense que intentaba entrar en el recinto.
La parte rusa niega esa versión de los hechos y afirma que fue el estadounidense —un agente de la CIA que regresaba a la embajada tras una operación de inteligencia que se negó a identificarse a la entrada— quien agredió a un policía ruso en acto de servicio.
Tras el incidente, EEUU exigió la partida de dos funcionarios de la embajada de Rusia en Washington, lo que posteriormente fue confirmado por el Ministerio de Exteriores de Rusia.