El despliegue de cuatro batallones de la OTAN en los países bálticos y Polonia no representa una amenaza militar para Rusia, aseveró el jefe del Comité Militar aliado, Petr Pavel.
«Consideramos que el nivel que hemos previsto, es decir, un batallón en cada país, está muy por debajo del límite de cualquier amenaza militar para Rusia«, dijo Pavel.
El jefe del Comité Militar explicó que la Alianza «debe atender la petición de la población de garantizar más seguridad, respondiendo incluso a amenazas potenciales» y al mismo tiempo «evitar crear una situación que provoque la sensación de amenaza por parte de la OTAN a Rusia».
Asimismo, afirmó que los cuatro batallones en los confines del este son suficientes para la OTAN.
«Creemos que son bastantes y no necesitamos ir más allá», declaró.
Al comentar la decisión de Rusia de crear tres divisiones en el Distrito Militar Oeste, el general checo declaró que «no quiere iniciar el debate si el anuncio sobre las divisiones fue una respuesta a los batallones de la OTAN o los batallones fueron una respuesta a las divisiones».
«Si incluso estas divisiones son algo más pequeñas que las divisiones habituales, en todo caso tienen al menos 7.000 efectivos, mientras que un batallón con todos los elementos auxiliares incluirá el máximo de 1.000 personas, por eso vemos claramente un desequilibrio al respecto», explicó, aseverando que la OTAN «no quiere continuar la escalada».
Pavel agregó que no ve los batallones como una fuerza militar significativa.
Los ministros de Defensa de los países miembros de la OTAN aprobaron a mediados de junio pasado el emplazamiento de sendos batallones de la Alianza Atlántica, de 800 a 1.200 efectivos, en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia.
La decisión definitiva sobre su envío a la región se tomará, según se espera, en la cumbre de la OTAN que se celebrará en Varsovia del 8 al 9 de julio.
