El tema del regreso de Rusia al G8 de momento no forma parte de la agenda de Moscú, declaró el martes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El portavoz agregó que por el momento los temas relacionados con otro grupo, G20, representan mayor interés, puesto que es más representativo y refleja la postura de los países más influyentes.
«Desde nuestro punto de vista, es el formato más completo y apropiado», dijo.
Rusia se unió formalmente al G7 en 1998, aunque ya había participado antes en este formato de negociaciones.
En 2014, la ciudad rusa de Sochi debía acoger una cumbre del G8, que Rusia presidía ese año, sin embargo, con el telón de fondo de la situación en Ucrania y Crimea, los demás siete participantes del grupo decidieron reunirse en Bruselas en vez de acudir a Sochi.
Los miembros del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) condicionaron la participación de Moscú en el grupo a un cambio de política respecto a Crimea, península que se reincorporó a Rusia tras un referéndum celebrado en marzo de 2014.
Alemania quiere que Rusia regrese al G8, declaró el embajador germano en Moscú, Rüdiger von Fritsch, en entrevista a RIA Novosti.
Desde el inicio de la crisis en el país eslavo, Alemania y sus socios intentaban lograr una solución dialogada, aseguró el diplomático.
«Creo que avanzamos en este ámbito, el resultado final debe ser el restablecimiento de unas relaciones normales», agregó.