Consecuencias de los enfrentamientos entre las fuerzas turcas y los kurdos
La política del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, está conduciendo al país a la guerra civil, a juicio del alcalde de Diyarbakir (sureste), Gültan Kisanak.
«Se incita a un grupo nacional contra otro, hay una amenaza de guerra civil étnica: ésa es la parte más peligrosa de la política de Erdogan», declaró Kisanak en entrevista este lunes con el diario alemán Junge Welt.
Según el político del Partido Democrático de los Pueblos (DBP), «Turquía se ha convertido en una sociedad del miedo». «El Estado atemoriza a la población, como ocurre con el encarcelamiento de los académicos que firmaron una llamada a la paz y que por ese motivo fueron tachados de traidores por Erdogan», dijo.
«Como los kurdos son permanentemente descritos como separatistas y terroristas, crece el racismo en la sociedad turca», agregó Kisanak, perteneciente a la minoría aleví.
Kisanak considera que Ankara ejerce «una política colonial» con los kurdos.
«En los últimos meses (el Gobierno) mató a 500 civiles, entre ellos 100 niños; en Cizre murieron 150 personas calcinadas en un sótano», explicó el alcalde de Diyarbakir, quien recordó que las operaciones del Ejército turco causaron el desplazamiento de 500.000 kurdos.
El político, que defiende la descentralización y federalización del país, así como una mayor autonomía para las regiones de mayoría kurda, llamó la atención sobre la situación de su ciudad. «El centro está lleno de tanques y unidades especiales (del Ejército), participar en una protesta significa aquí la muerte», indicó.
«Lo que aquí tenemos nada tiene que ver con una democracia», lamentó Kisanak.
El sureste de Turquía se sumió a finales de julio de 2015 en una nueva espiral de hostilidades entre las fuerzas de seguridad y el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), declarado como terrorista por Ankara, la Unión Europea, Estados Unidos y varios países más, pero no por la ONU ni Rusia.
