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Continúa la intensa explotación social del pueblo haitiano

Written by Angel Moreta

Por: Angel Moreta

 

La carta pública que escribió el ex embajador de Haití en República Dominicana, en fecha 25 de julio del corriente año 2015, dirigida al presidente Michel Martelly, y publicada en todos los diarios de la República Dominicana, pone en evidencia la actitud desleal de las élites políticas haitianas con su pueblo.

En esa comunicación resaltan el proceder egoísta, inhumano y oportunista de las élites mulatas haitianas que históricamente han ostentado el control del poder político y el control hegemonico sobre la sociedad haitiana; además, dedicadas a las prácticas del contrabando, los negocios dudosos y ventajistas, el comercio consignatario,  el lavado de capitales obtenidos en forma cuestionable y la acumulación de dinero provenientes de los préstamos internacionales y de las innumerables donaciones que cotidianamente reciben de gobiernos extranjeros.

En ocasiones anteriores hemos escrito sobre las élites egoístas y contradictorias haitianas, que exhiben una mentalidad neocolonial con su propio pueblo. Esos escritos contienen en germen un proyecto de investigación para una caracterización y comprensión sociológica y antropológica de dichos grupos privilegiados. Continuaremos trabajando y profundizando en esa vertiente, es una labor del conocimiento con la cual procuramos desarrollar un angulo de análisis no explorado en cuanto se refiere a sus relaciones económicas y políticas con la República Dominicana.

 Explotación social intensa

Los niveles de explotación económica y social del pueblo haitiano obedecen a una lógica de expropiación y de miseria, manteniéndolo en la pobreza, carente de lo indispensable para vivir, y afectado por el hambre y la desesperación.

En esta foto se percibe que los niños, en la frontera de República Dominicana y Haití, en la llamada carretera internacional, se juegan la vida para pedir a los visitantes comida o cualquier dádiva; y en su desesperación, los menores corren kilómetros descalzos persiguiendo los vehículos de los visitantes.

Niños haitianos pobres

Niños haitianos pobres

La explotación del pueblo haitiano es indescriptible y llega a niveles espantosos. Gobiernos van y gobiernos vienen y ninguno resulta capaz de comenzar el despegue para el desarrollo del pueblo haitiano hacia más altos niveles económicos y sociales. Los responsables de esta situación, en un país intervenido por los países capitalistas hegemónicos, son los funcionarios que se ocupan principalmente en los negocios privados.

Caracterización de las élites haitianas

Las élites haitianas, ameritan ser denunciadas en el mundo por sus practicas políticas egoístas; saquean cotidianamente al pueblo haitiano que hoy sobrevive en medio del flagelo de la miseria y el hambreEsas élites y grupos comerciantes y políticos, hacen negocios de importación de alimentos desde Miami, Puerto Rico y otros lugares de Estados Unidos; trafican con mercancías y comestibles desde la República Dominicana, formando emporios comerciales orientados a la especulación, el dumping y el agiotismo, con la participación y la complicidad de las altas esferas gubernamentales haitianas, las cuales depositan fondos y capitales que obtienen de prestamos y donaciones internacionales; y las depositan y protegen en bancos europeos, norteamericanos, de Gran Caimán y República Dominicana, con la protección cómplice de los países capitalistas hegemónicos de economías neoliberales.

Son grupos de expoliadores y embaucadores, que extraen la sangre del pueblo haitiano día tras día; la mayoría de esos grupos económicos y políticos,  duvalieristas y ex-duvalieristas, pero en todo caso parte de la clase dominante haitiana, son grupos de funcionarios y comerciantes corruptos que viven de las consignaciones y del contrabando (buorguesie consignataire), y tienen mansiones y villas en Bávaro, provincias La Romana e Higuey, República Dominicana, haciendo también negocios, muchos de ellos fraudulentos y lesivos a la dignidad de la República Dominicana; y ofensivos a la seguridad y tranquilidad del pueblo haitiano.

Negocios ambiguos, sucios o espùreos, pero que en todo caso les producen enriquecimiento ilícito, todos contra el pueblo y la nación de Haití, que merecen mejor suerte frente a la malicia, la avaricia y la ambición política y económica de estos grupos mafiosos.

Esta caracterización sociológica debemos trabajarla y profundizarla en ayuda de la suerte del pueblo haitiano trabajador, en un gesto de solidaridad, y para transparentar ante el mundo las causas por las cuales ese pueblo se mantiene en el estado catastrófico en que se encuentra desde hace 200 años.

Son esos mismos grupos dominantes y hegèmonicos, en complicidad con élites dominicanas, los que mantienen la explotación económica y social del pueblo haitiano, que se ve obligado a emigrar en masa hacia la República Dominicana y otros países (véase la encuesta de la Oficina Nacional de Estadística, ONE 2014), sobre las condiciones de pobreza de las mujeres inmigrantes haitianas, empujadas por causa de las difíciles condiciones económicas.

Pero ni los países monopolistas y hegemónicos (Francia, Canadá y Estados Unidos); ni sectores dirigenciales del pueblo haitiano, son capaces de ayudar solidariamente al pueblo haitiano, solamente lo hacen la hermana República de Cuba, la Bolivariana de Venezuela y en menor cuantía, la República Dominicana .

Esos grupos élites egoístas haitianos, son los que hacen propaganda internacional, con funcionarios del gobierno haitiano, contra República Dominicana, con el fin de echar sobre sus hombros todas las culpas de la explotación del pueblo haitiano, cada vez más intensa. ¡República Dominicana es chivo expiatorio de esas élites!.

Es necesaria una política migratoria que definitivamente presente soluciones a los grandes problemas de inmigración y ocupación del territorio nacional por migrantes haitianos que ingresan al pais de manera masiva.

Es necesario que el gobierno dominicano asuma una postura de denuncia internacional de estas élites egoístas explotadoras y delincuenciales;  y de grupos haitianos cómplices (ex funcionarios y ex militares), que mantienen y expanden groseramente la miseria y la explotación en ese hermano pueblo.

El gobierno dominicano no tiene arrojo

Pero está demostrado que el gobierno dominicano no tiene coraje para combatir, denunciar y poner en evidencia ante los ojos del pueblo haitiano y el mundo, el accionar egoísta, el robo y la explotación que practican tales grupos dirigenciales haitianos, que solo piensan en sus inversiones inmobiliarias en Miami, República Dominicana, Puerto Rico y otros países. Élites que utilizan una hábil diplomacia simuladora de doble moral , engañando al pueblo haitiano y al gobierno y al pueblo dominicanos.

La diplomacia conservadora dominicana, llena de miedo, no es capaz de decir la verdad en los organismos internacionales y decir a viva voz:“ustedes engañan y roban al pueblo haitiano y luego no quieren gastar para documentar a sus ciudadanos; el dinero que reciben para pasaportes y actas de nacimiento (Estado Civil), se lo embolsillan y carroñean, para llevárselos a Miami y República Dominicana”.

Con una actitud como esta, estaremos siendo sinceros y ayudando al pueblo haitiano y al pueblo dominicano. El embajador de Haití admitió que su gobierno no ayudó con la documentación a sus ciudadanos (Listin Diario, 2/7/2015), ni con pasaportes ni con actas de nacimientos. Solamente entregaron 2,000 pasaportes.

About the author

Angel Moreta

Angel Moreta, jurista, sociólogo, y filósofo; Profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), República Dominicana, Autor-Editor de Debateplural.

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