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Haciendo memoria sobre privatización en RD (II)

Written by Angel Moreta

Por: Angel Moreta (Autor-Editor)

El ingenio Montellano en la provincia de Puerto Plata, sufrió un miserable desmantelamiento con la benevolencia del Banco Central de la República Dominicana y la Comisión Liquidadora de Baninter. En reprochable actitud, como consecuencia del proceso de privatización de las empresas públicas, esta institución, cuando era dirigida por el señor Luis Toral Córdoba, ha sido parte conjuntamente con la Comisión de Reforma de la Empresa Pública, de las operaciones para negociar, vender o arrendar los ingenios azucareros de la República Dominicana.

Operaciones que se realizaron de manera dudosa con distintas entidades inversionistas, entre ellos, el Consorcio Cañabrava y Consorcio Azucarero y Biocombustible Quisqueya (CABIOQUI), y otras entidades.

Luis Toral Córdoba, después que dejó la posición de Gobernador del Banco Central, se integró al directorio de ésta última empresa, y estuvo presente en el acto de entrega del ingenio Montellano, donde también hizo presencia la comisión pro reapertura del referido ingenio, al que asistieron decenas de colonos, el obispo de Puerto Plata Julio Cesar Cornielle Amaro, Gilberto Cornielle, presidente de los colonos de Puerto Plata y quien presidia entonces la comisión que gestionaba la reapertura del referido ingenio, en febrero del año 2012.

El Consorcio Azucarero y Biocombustible Quisqueya (CABIOQUI), estuvo presente el 13 de febrero 2012, en la ceremonia para recibir las instalaciones industriales, equipos de producción, transporte y maquinarias, y fue representado en persona por los señores Edward Smith, inversionista; Luis Toral Córdoba, ejecutivo del Consorcio, y otros miembros del equipo directivo de dicha empresa.

Prometieron comenzar las operaciones en un año, y una inversión de cuarenta millones de dólares. Anunciaron el propósito de desarrollar planes sociales en beneficio de los habitantes próximos al ingenio e invertir en educación, salud y vivienda a través de programas de mejoramiento de escuelas, centros médicos y viviendas. Estos nuevos arrendatarios se presentaron como inversionistas norteamericanos, liderados por la familia Smith, prominentes empresarios de Chicago con más de cien años, según su curriculum, trabajando en banca privada, financiación y manufacturas.

También participó en la entrega del ingenio la Comisión Liquidadora de Baninter, luego de haberse concretado un acuerdo de arrendamiento con las autoridades del Banco Central de República Dominicana. La Comisión Liquidadora, denunciada muchas veces en el Banco Central por sus operaciones dudosas con los bienes de Baninter, relacionada con el ex gobernador, recomendó el arrendamiento del ingenio Montellano a favor de la familia Smith y de Toral Córdoba, este último en calidad de «gerente dominicano».

La familia Smith, reconoce que en República Dominicana, y especialmente en Puerto Plata, existe una amplia cultura y tradición cañera en todos los niveles. En ese sentido prometió trabajar en reparaciones y conjuntamente en los campos cañeros para tener la primera zafra en el menor tiempo posible. Anunció que ya cuentan con el financiamiento que necesitaban y que lo único que faltaba era la firma del contrato con el Estado Dominicano.

Pero luego se hicieron manifiestas las irregularidades en el proceso de arrendamiento del ingenio. Los nuevos inversionistas transfirieron casi inmediatamente en 2013 sus acciones a una empresa que no reunía condiciones para poner el ingenio en operación. En lo que podría calificarse como una estafa, hoy solo hay malezas y tierras baldías que parecen no tener dolientes, mientras en Montellano hacen falta fuentes que generen empleos de calidad.

Piezas y maquinarias desaparecieron como por encanto; los equipos del ingenio pasaron a la categoría de chatarra o desaparecieron completamente. Las autoridades centrales no hicieron un levantamiento ni tampoco la Comisión Liquidadora de Baninter una gestión de supervision. Esos bienes del Estado fueron robados, desaparecidos, secuestrados, abandonados, sustraídos los equipos y maquinarias, llevando la desolación y la desesperación a las comunidades de Montellano.

Anteriormente, el Consorcio Cañabrava, había cargado y transportado toneladas y toneladas de metales, impunemente, con un valor millonario; sin auditoria, ante el asombro de los pobladores de esas comunidades de calles polvorientas; habitantes abandonados por el proceso de privatización, que hoy se preguntan de dónde van a sacar fuentes de vida.

Se trata de un regalo gracioso del patrimonio público a empresas privadas, después que el Ingenio Montellano pasó nueva vez a manos del Banco Central; un regalo maravilloso a particulares que reciben los bienes del patrimonio público indolentemente, llevando a la miseria más absoluta a los pobladores de la comunidad de Pérez y otras comunidades, beneficiando a un grupo de amigos y de supuestos inversionistas y empresarios.

Estos abusos cotidianos, producto de la gestión de privatización en República Dominicana, se cometen a diario en nuestro país, y no pueden dejar de mencionarse en la construcción de una antropología y una geografía del hambre en nuestro territorio.

Por ejemplo, lo que hizo la Dirección General de Bienes Nacionales con los hierros y las piezas de los rieles del antiguo ferrocarril de Manzanillo, que fueron regalados a particulares, dando lugar a hechos de estafa y robo en perjuicio de la nación y del pueblo dominicano, con la complicidad del gobierno dominicano, dejando entrever que la privatización vino a ser un modo de reparto privado de la riqueza pública, con el contubernio de las autoridades.

Una gestión de privatización que lo que ha hecho es crear mas hambre y miseria en el país, producto de un modelo neoliberal que analizaremos más adelante.

About the author

Angel Moreta

Angel Moreta, jurista, sociólogo, y filósofo; Profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), República Dominicana, Autor-Editor de Debateplural.

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